Ésta preciosa juventud, mi amor.

Éramos jóvenes e indecisos al dejarlo todo,
en éste tiempo de sueños agrios,
¿dónde andabas con tu personalidad?
Vamos a empezar a crear estaciones,
a hacer llover mientras sale el Sol.
Vamos a hacer que nos guste saltar sobre charcos,
mientras reímos como críos de veinte años,

Hacemos el amor con la mirada,
hagamos ahora lo que más queremos,
lo que más necesito es tu música,
dejarme llevar en la selva de las notas,
volar alrededor de algo que nunca me gustase y volar,
agitar, agarrar, voltear y mirar, amar.

Éramos jóvenes cuando decidimos no mirar hacia atrás,
no, nunca más, por qué dejar de andar,
déjame escuchar ésta última melodía.
Por favor, déjame ser joven otra vez, sólo una vez más,
por debajo de mi piel sigue habiendo ésa electricidad,
energía suficiente para criticar que soy la más bella ésta noche.

Mírame desde el cielo y dime que te atreves a besar mis pies,
mírame y no dejes de hacerlo jamás,
nunca te devolveré la sonrisa porque siempre los dos sonreímos a la vez,
Déjame decirte la última poesía, déjame decírtelo una vez más,
¡Oh, qué jóvenes e indecisos éramos aquella vez!